Qué ocurre cuando dejas el azúcar durante 10 días

dejar el azúcar
Solo con diez días de abstinencia de azúcar, los cambios son visibles.
Todavía hay gente que cree que lo importante a la hora de adelgazar y estar más sanos es la cantidad de comida que ingieres, es decir, las calorías. Son los mismos que te dirán que el azúcar no es un problema, es solo la cantidad de azúcar que tomas.
Afortunadamente la ciencia no da respuestas sin antes hacer pruebas, y se ha comprobado que esto no es así. Las calorías importan mucho menos que la composición de la comida. El doctor Robert Lustig se hizo famoso por un vídeo en YouTube (un poco largo y complicado) en el que explica fehacientemente por qué el azúcar es tóxica para el cuerpo. Acusado en su momento de alarmista, hoy sus críticos tienen que empezar a darle la razón.
El equipo de Lustig investigó a 43 niños con obesidad y síndrome metabólico. Durante el experimento se les proporcionó una dieta que contenía las mismas calorías, sin embargo, en un grupo se mantuvo el azúcar por debajo del 10% de las calorías, sustituyendo el resto del azúcar por almidón (patatas, arroz, etc.).
Recordemos: las mismas calorías, pero sustituyendo el azúcar por almidón. Los resultados en solo diez días fueron radicales: el grupo sin azúcar vio cómo descendían los triglicéridos y los niveles de colesterol LDL (el malo). También perdieron grasa y bajó su presión sanguínea. Aunque el experimento se realizó con niños, se esperan obtener resultados muy parecidos en adultos.
Una vez más, se comprueba que el problema del azúcar es la fructosa. La molécula de azúcar común (sacarosa) se compone de una molécula de glucosa y otra de fructosa unidas. Sin embargo, el almidón es una cadena de moléculas de glucosa. El cuerpo humano sabe qué hacer con la glucosa: se puede quemar inmediatamente para proporcionar energía en cualquier célula del cuerpo. Sin embargo las células no pueden procesar la fructosa, por lo que pasa al hígado. Allí se convierte sobre todo en ¡triglicéridos! Es decir, grasa.
Piénsalo: cada vez que comes algo que contiene azúcar, la mitad en peso (la fructosa) se va a convertir en grasa almacenada en tu barriga. La otra mitad (la glucosa) hará subir tu insulina, la hormona que hace que almacenes grasa.
El azúcar se encuentra con poca frecuencia en la naturaleza. Nuestros antepasados de las cavernas conseguían miel y fruta muy pocas veces, y no sabían cómo extraer el azúcar refinada de las plantas.
Procura que el azúcar sea también poco frecuente en tu dieta, y ten en cuenta que el azúcar se esconde por todas partes.