La verdad sobre la miel

Natural. Saludable. ¿Puedes sustituir el azúcar por miel para adelgazar? Pues no.


miel
 
Desde tiempos prehistóricos, la miel ha sido la fuente de azúcares más accesible a los seres humanos. Teniendo en cuenta que era peligroso recogerla, y que seguramente solo tenían acceso a ella de vez en cuando, podemos suponer que la dieta original de los seres humanos apenas contenía azúcar.
Si piensas que sustituir la enorme cantidad de azúcar de tu dieta habitual por una igualmente enorme cantidad de miel es más saludable, tengo malas noticias.
La miel contiene vitaminas y minerales, es cicatrizante y bactericida. Hasta ahí todo bien.
Sin embargo, a pesar de sus propiedades, el 99% de la miel es una solución de azúcar, sobre todo fructosa y glucosa. Esto quiere decir que tiene los mismos efectos sobre la insulina que el azúcar, y que esos pastelillos de miel engordan exactamente igual que el resto de los pasteles.
La miel contiene vitaminas A, D, E, B1, C, K, colina y rutina, así como sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, cinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre. A pesar de que contiene todas esas vitaminas y minerales, la proporción es tan pequeña que necesitarías comer grandes cantidades de miel para que el aporte fuera significativo. Y eso es precisamente lo que no quieres hacer.
Es más importante el contenido en enzimas: iastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, dihidrogenasa láctica, pectasa, fosfatasa y glucosa oxidasa, que ayudan a la formación de proteínas en nuestro cuerpo.
Por desgracia, la miel más común en los supermercados está refinada. La mayor parte de los minerales, vitaminas y enzimas de la miel se deben al polen que contiene. Al refinar la miel el polen desaparece. La miel se convierte en simple azúcar líquida.
Si quieres endulzar tu vida con miel, sigue estos consejos:

  • Cantidades muy pequeñas. La miel es sobre todo azúcar, y engorda como el azúcar.
  • Es mejor si obtienes la mayor parte de tus vitaminas y minerales de las verduras, legumbres, carne, pescado y frutos secos.
  • Consume miel sin refinar. Conseguirás todos los beneficios del polen disuelto.