Siete maneras de fracasar en la operación bikini

fracasaverano
Si quieres seguir teniendo el mismo cuerpo o peor este verano, sigue estos consejos.
Todos los años ves con terror cómo se acerca el momento en que tendrás que exponer tus pálidos michelines en la playa. Todos los años lo intentas. Casi siempre fallas. Si tu intención es tener un cuerpo nuevo en julio, así es como puedes asegurarte de que este año también fracasarás:

1. Empieza en junio

Piensas que todavía queda mucho para el verano, y que con un par de semanas de esfuerzo podrás ponerte cañón. Buena suerte entonces. Cualquier método que cambie tu cuerpo de forma apreciable en pocos días es malo para tu salud. Punto. O bien te deshidrata con diuréticos, o te hace perder masa muscular, o todo a la vez. Rebotarás en cuestión de días, peor que antes. Si cambias tu cuerpo gradualmente, los cambios serán más permanentes y saludables. Tres meses como mínimo.
Solución: empieza ayer.

2. Engáñate a ti mismo

Por un cruasán no pasa nada. Voy mucho al gimnasio, me puedo permitir un postre en cada comida. He sudado como un campeón hoy, ya tengo bastante para toda la semana. ¿Te suena este diálogo interior? Es un pasaporte a la carne fláccida.
Solución: Un diario. Apunta lo que haces en cada sesión de entrenamiento. Haz fotos a todo lo que comes con tu móvil. Repasa el diario una vez por semana y enfréntate a la verdad.

3. Haz cardio y nada más

Cuando lees cómo se ponen en forma las estrellas de Hollywood, ¿alguna vez has visto que digan, oh, mucho cardio de baja intensidad. No, esas estrellas levantan pesas y comen pechuga de pollo durante meses. Para cambiar tu metabolismo tus músculos necesitan un desafío, y estar media hora de paseo suave en la bicicleta estática no lo es.
Solución: Levanta pesas, y combínalo con cardio, pero primero levanta pesas.

4. No cambies tu dieta

Volvamos a las estrellas de Hollywood. Cuando se ponen en forma para una película, ¿alguna vez dicen “oh, como todo lo que quiero y hago una dieta depurativa la semana antes del rodaje”? Pues no. Llevan una dieta estricta durante meses pero no pasan hambre. Se olvidan del alcohol, el pan, la pasta y el azúcar. Comen toneladas de verduras y docenas de huevos. Toman batidos de carne asada. Incluso comen más que antes, pero la comida adecuada.
Solución: deja de comer porquerías radicalmente y come comida, en la cantidad adecuada y las proporciones adecuadas.

5. No te canses

El cuerpo tiende a la homeostasis, es decir, quedarse como está. Para que tu cuerpo cambie hace falta que tus tejidos pasen por circunstancias excepcionales: esfuerzos más allá de lo normal y poner en marcha el mecanismo de quema de grasas. Si no exiges más a tu cuerpo, tu cuerpo no tiene motivos para cambiar. Si no sudas por el esfuerzo, si el deporte es cómodo, si no estás destrozado (pero feliz) al final del entrenamiento, no has hecho nada.
Solución: entrena con intensidad. Cada gota de sudor cuenta.

6. Desintoxícate

La dieta del sirope de arce, de la cebolla, la del zumo de naranja, todas ellas prometen hacerte perder peso rápidamente y limpiar tu cuerpo de toxinas. Es un engañabobos: tu cuerpo no acumula toxinas a no ser que estés muy enfermo. Además, si pasas hambre y no haces ejercicio intenso (pesas), tu cuerpo devora su propia masa muscular. Cuando recuperes peso (en cuanto empieces a comer) será solo grasa.
Solución: Come sano cinco veces al día. Si haces ayuno intermitente, nunca más de 24 horas, y siempre haciendo deporte.

7. Hazlo solo en verano

Ponerse en forma para la playa está muy bien. Perder la forma por completo durante el invierno, no. Si quieres estar listo este verano y todos los veranos a partir de ahora, no sirve con matarte unos meses antes cada año.
Solución: lo mejor es mantener una dieta razonable y hacer deporte todo el año. La operación bikini te resultará cada vez más fácil.
 
Este verano, cambia tu cuerpo. Empieza hoy con la Operación Transformer y llegarás a ponerte el traje de baño con alegría en lugar de terror.