Mitos sobre estar en forma que tienes que olvidar

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Pregunta a tu alrededor cuál es la fórmula para estar en forma. Te dirán que comer menos y hacer más ejercicio. Ahora sigue leyendo para saber por qué esto no es cierto.

Aprendemos de nuestros padres, los maestros de la escuela, la televisión, y muchas veces nos quedamos con esas mismas ideas, aunque la ciencia siga su camino y nos adelante por la derecha. Es hora de actualizarse: se ha descubierto más sobre cómo funciona el cuerpo humano en los últimos veinte años que en todos los siglos anteriores. Esto también incluye cómo estar en forma.
Las ideas de hacer dieta, comer menos calorías, eliminar grasas, moverse más, parecen de sentido común, pero no lo son. Por desgracia somos víctimas de mitos, informaciones sesgadas y en algunos casos, mentiras financiadas por determinadas industrias. Si quieres estar en forma, revisa estos mitos “de toda la vida” que en realidad no lo son, ni tampoco son efectivos:

1. Mito: hacer ejercicio adelgaza

El ejercicio físico es fundamental. Mantiene tu metabolismo elevado, fortalece tus músculos, da más años a tu vida y mejora tu estado durante esos años. Si quieres adelgazar, necesitas hacer deporte, especialmente deportes de fuerza. Lo gracioso es que el deporte por sí mismo no adelgaza demasiado. Correr durante una hora seguida quemará unas 400 kcal, más o menos lo mismo que dos donuts. En realidad no haces deporte para quemar calorías, sino para conseguir un déficit de azúcar que estimule tu metabolismo para quemar grasa.

2. Mito: la comida baja en grasa es más sana

Hace unos 40 años en EEUU llegaron a la conclusión de que la grasa en la dieta era la causa de las enfermedades cardiovasculares. Se equivocaron, la grasa es inocente. Cambiaron las recomendaciones alimenticias en todo el mundo basándose en mala ciencia y mentiras.  La única grasa que es perjudicial con toda seguridad es la grasa trans, precisamente la que hay en toda tu comida preparada bajo el nombre de “grasa vegetal” porque es grasa de palma hidrogenada. Han sido necesarios muchos años y muchos estudios, pero hoy sabemos que el tocino de cerdo es más saludable que el aceite de soja y que la mantequilla es mucho mejor que la margarina. La comida baja en grasa, como esos yogures 0% que se anuncian como saludables, están repletos de azúcar, el verdarero problema. Por supuesto, el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos deben ser tus fuentes favoritas de grasa.

3. Mito: tomar una copa de vino al día es muy sano

Ya me gustaría a mí, que soy un fan del vino. Los estudios al respecto son estadísticos, y en los últimos años parece que los resultados no se pueden reproducir. Normal, porque el vino es solo una parte de la dieta mediterránea y es muy difícil de aislar de otros factores, como aceites de calidad (de oliva) menos comida procesada, menos azúcar, más actividad física, etc. El vino contiene resveratrol, un poderoso antioxidante, pero en cantidades tan mínimas que tendríamos que beber litros al día para que hiciera efecto… y entonces no habríamos resuelto un problema de estrés oxidativo, sino creado uno más grave de alcoholismo.

4. Mito: el mejor ejercicio es el moderado

Demasiadas veces hamos oído lo de 30 minutos de ejercicio moderado, tres veces a la semana. Lo que ocurre es que no funciona. Por supuesto, cualquier tipo de actividad es mejor que pasar el día sentados, porque sentarse mata.  Sin embargo, el ejercicio moderado no va a hacer que pierdas peso, ni tampoco conseguirá aumentar tu fuerza o tu metabolismo. En todos los ensayos se ha podido comprobar que el ejercicio corto e intenso es mucho más efectivo que el largo y moderado para mejorar la composición corporal: ganar músculo y perder grasa.

5. Mito: los abdominales hacen perder la barriga

Así que te sobra un poco en la cintura. Llegas al gimnasio y te dedicas a hacer 200 abdominales al día. O a lo mejor son tus caderas las que necesitan un recorte, así que te pones a con la máquina de abductores (separar las piernas) hasta que echa humo. Lo malo es que no funciona. La reducción de grasa en una parte del cuerpo no existe. Como mucho conseguirás fortalecer el músculo que hay debajo, pero no quemar la grasa que hay encima del músculo. Como todo el mundo sabe, los abdominales se consiguen en la cocina: tendrás que cambiar tu dieta, eliminar los azúcares y cualquier bebida con calorías, y aumentar las proteínas y las verduras. Lo más seguro es que tengas que comer más, pero mejor, y moverte menos, pero con más intensidad.