No tomes azúcar cuando estés triste

no tomes azúcar cuando estás triste
Cuando estamos bajos de ánimo tenemos antojos de azúcar. Este es el motivo por el que debes resistirte.
Bridget Jones, destrozada por un desengaño amoroso, se come un litro de helado frente al televisor. Típico, pero también es cierto que ocurre con frecuencia. El estrés determina lo que nos apetece comer. Bajo condiciones de estrés, nos apetecen más los dulces. Pero, ¿funciona al revés? ¿se puede utilizar la comida para bajar el estrés?
La respuesta es que sí. Hay un alimento que puede hacer bajar tus niveles de estrés inmediatamente y es ¡el azúcar! Sin embargo, nunca debes usar azúcar para aliviar tu estrés.
El estrés dispara los niveles de una hormona llamada cortisol. El cortisol detiene la quema de grasa, con lo que tu cuerpo tiene que recurrir al azúcar, el combustible de emergencia. Esto funcionaba bien para nuestros antepasados: después de huir de un león, se suben a un árbol para ponerse a salvo y encuentran un panal de miel. Se ponen morados de azúcar y se quedan tranquilos.
Pero si utilizas el azúcar para calmarte porque tu trabajo no te gusta o porque te has peleado con tu pareja, y además no haces ninguna actividad física, consigues que tus niveles de insulina estén altos todo el día, y esa azúcar se termina convirtiendo en grasa. Con el tiempo vuelves resistente a la insulina, lo que puede desembocar en diabetes.
Por si fuera poco, el azúcar tiene efectos en tu cerebro que pueden ser adictivos. Si asocias el azúcar a encontrarte mejor, te será más difícil resistirte a ella en el futuro.
¿Qué puedes hacer? Utiliza otras opciones menos dañinas. La más común es recurrir a alimentos ricos en Omega 3 para hacer bajar el cortisol.
Es decir, es mejor que llores con una lata de sardinas.
Foto: woman eating chocolate cake, de Shutterstock, no reutilizar