Por qué la grasa es buena: el misterio de la momia con ateroesclerosis

momia grasa

La prueba de que la grasa es buena para ti está en el antiguo Egipto
Hace tres años unos científicos pusieron la momia de la princesa Ahmose-Meryet-Amon, de 3.500 años de antigüedad, dentro de un escáner. Para su sorpresa, dos de las tres arterias coronarias estaban calcificadas, es decir, tenía un caso grave de ateroesclerosis. La princesa murió con unos 40 años, hoy en día su enfermedad la haría candidata para un doble bypass coronario.
La dieta de los egipcios se basaba en trigo, cebada, pan, cerveza, fruta, verdura y muy poca carne. Los científicos se preguntaron cómo es posible que con una dieta tan sana, la momia tuviera la misma enfermedad que la gente obesa y sedentaria de hoy en día.
La respuesta a este misterio es fácil. La dieta de la momia no era una dieta sana.

  • La ateroesclerosis la produce una combinación de estrés exidativo, inflamación, niveles altos de triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL (el colesterol “bueno”)
  • Comer muchos hidratos de carbono, como trigo, cebada, cerveza y fruta, hace aumentar los niveles de triglicéridos y descender los de HDL
  • Comer más grasa y menos carbohidratos hace aumentar los niveles de HDL y hace descender los niveles de triglicéridos

En resumen, comer carbohidratos en exceso aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Comer grasa lo reduce. Esto va en contra de lo que la ciencia médica ha creído durante décadas, pero ha sido sobradamente demostrado por multitud de estudios.
¿Por qué muchos médicos insisten en la relación entre la grasa y la enfermedad cardiovascular a pesar de las pruebas en contra? Es difícil cambiar una teoría que ha sido dominante durante décadas. Tampoco ayuda que las estatinas, los medicamentos más vendidos del mundo, usadas para bajar los niveles de colesterol en sangre, se basen en esta teoría equivocada.
¿Tienes niveles altos de triglicéridos? Haz una prueba muy sencilla y que no tiene ninguna contraindicación. Deja de comer azúcar, pasta y pan blanco durante un mes. Después mide de nuevo tus niveles. Te sorprenderás.
Atención: no todas las grasas son iguales. Evita siempre la grasa trans.
Foto: mummy opens her eyes, de Shutterstock, no reutilizar