Deporte para madres y padres ocupados

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Tener niños no tiene por qué ser el fin de tu forma física. Estos son algunos trucos para encontrar hueco.
Ojalá todo fuera tan fácil como en verano. Mientras los niños corretean por la playa a sus anchas, hay tiempo para descansar, leer o hacer ejercicio. Pero la rutina del trabajo, la escuela y las tareas de casa hace difícil compatibilizar tener niños con mantenerse en forma.
Los niños se convierten en una prioridad, y puede parecer que pasar tiempo con ellos es más importante que ir al gimnasio. Sin embargo, también quieres estar sano para disfrutar de su compañía durante muchos años, cuando se hagan mayores. Si abandonas el deporte ahora, dentro de unos años será mucho más difícil volver.
Hay formas de combinar las dos cosas, estos son algunos trucos:

  • Cualquier ocasión es buena para moverte: usa las escaleras en lugar del ascensor, bájate dos paradas antes y camina. Apúntate a las rutinas grease the groove, de movimiento constante.
  • Encuentra un deporte que puedas hacer con tus hijos: si ya son algo más mayores, piensa en correr juntos, jugar al balón, llevarlos en el asiento de la bicicleta. Si son pequeños, correr puedes con el carrito, o llevarlos en una mochila.
  • Cambia los tiempos de entrenamiento: si no puedes dedicar una hora seguida al deporte, intenta encontrar diferentes momentos a lo largo del día. Veinte minutos dos veces al día son mucho mejores que no hacer nada.
  • Organiza un club de padres deportistas: ponte las zapatillas y queda en el parque con otros padres y madres. En lugar de sentarse en el banco, os podéis turnar. Mientras unos cuidan de los niños, los demás hacen circuitos de ejercicio, series de sprint, bicicleta o intervalos Tabata.
  • Los niños como equipamiento de gimnasio: hay varios padres que utilizan a los niños como pesas para hacer ejercicio. Tú te pones en forma y ellos se lo pasan bomba.

Foto: mother and daughter doing sport, de Shutterstock, no reutilizar