Come fermentados

home-made preserves
Si quieres mantener tu organismo engrasado, tienes que comer bacterias todos los días.
Tú no eres solo tú. Estás poseído por 100 billones con be de organismos extraños, diez veces más que el número total de células en tu cuerpo, de 500 especies distintas. Son las bacterias que viven en tu intestino.
Antes de beber un litro de lejía para matarlas a todas, debes saber que son tus amigas, te ayudan a digerir la comida que tu cuerpo no puede procesar, producen hormonas útiles para ti y mantienen en forma el sistema inmunitario. Son las famosas bacterias lactobacilus que prometen esos minúsculos y carísimos yogures que mucha gente se toma por la mañana.
No los necesitas. Hay una comida que te proporciona bacterias frescas: los alimentos fermentados. Cada cultura tiene su especialidad: el chucrut alemán, el kimchi coreano, el yougurt indio y griego, el kéfir turco, el miso japonés y los pepinillos en vinagre. Lo malo es que hoy en día muchos de nuestros productos fermentados están pasteurizados, un proceso por el cual se matan las bacterias, incluyendo la mayor parte de las buenas.
Si no te animas a hacer tu propio chucrut o tu propio yogurt, asegúrate de tomar lácteos de leche cruda siempre que puedas. Aquí tienes algunas de las cosas que los fermentados pueden hacer por ti:
Los alimentos fermentados están parcialmente digeridos por las bacterias, así que a ti te cuesta menos digerirlos. Por ejemplo, si no te sienta bien la lactosa, en el yougur la mayor parte ya ha sido convertida en ácido láctico.
Las bacterias en los alimentos fermentados aportan enzimas que ayudan a que tu organismo absorba mejor los nutrientes de la comida.
El cloro del agua corriente, los antibióticos y lo limpios que somos (en general) afectan a nuestra flora intestinal. Los alimentos fermentados la reponen.
Una flora intestinal saludable mantiene a tu sistema inmunitario en forma, es decir, te pondrás enfermo con menor frecuencia.
¡Ferméntate!