Necesitas echarle huevos


Echa huevos a tu dieta. Los huevos tienen mala reputación, pero no debes creer todo lo que oyes.
Un error repetido: si comes muchos huevos, tendrás un ataque al corazón. Por fortuna, la ciencia avanza, y hoy se sabe que esto no es así.
Durante más de cuarenta años se ha propagado la misma idea. La ingesta de grasas hace aumentar el colesterol en sangre, que a su vez aumenta el riesgo de arterioesclerosis. A esta teoría de brocha gorda le están saliendo agujeros por los que cabe un autobús. Cruzando los datos de niveles de colesterol en sangre de la WHO en varios países con las muertes por enfermedad cardiovascular la conclusión es que no hay relación, o más bien, que la relación funciona al revés. Quienes tienen más colesterol, se mueren menos:

Los huevos son una víctima inocente. Llevamos años oyendo recomendaciones. No más de un huevo al día. No más de dos yemas por semana. Basta ya.
Los huevos son buenos por muchos motivos. Contienen una gran cantidad de nutrientes empaquetados de forma natural y por solo 75 Calorías la pieza:

  • Colina, esencial para el cerebro y la memoria
  • Luteína y zeaxantina, antioxidantes que previenen las enfermedades oculares
  • Folatos
  • Riboflavina
  • Selenio
  • Vitamina B12

El colesterol en los huevos no sube el colesterol en la sangre tanto como se cree. Al contrario, según un estudio reciente, un lípido en los huevos impide que el colesterol se absorba. Si de verdad te preocupa el colesterol, deja de tomar azúcar.
Pero no todos los huevos son iguales. Cualquiera que haya comido un huevo de pueblo lo ha notado. No es solo el sabor. Los huevos de las galllinas criadas en libertad se diferencian de los huevos “industriales” de gallinas en jaulas:

  • ⅓ menos de colesterol
  • ¼ menos de grasa saturada
  • ⅔ más de vitamina A
  • 2 veces más Omega 3
  • 3 veces más vitamina E
  • 7 veces más caroteno

La diferencia está en la dieta de las gallinas. Las de campo comen todo tipo de semillas, hierba e insectos. Las de jaula, solo piensos.
Cada día es más difícil conseguir buenos huevos. Los llamados huevos camperos son de gallinas criadas en el suelo, no en jaulas, pero siguen comiendo pienso. Los llamados ecológicos solo garantizan que los piensos que comen son ecológicos. Aún así tienen una calidad y un sabor un poco mejores. Come los mejores huevos que puedas encontrar, pero come huevos.
Atención: tampoco te pases de calorías.