El déficit de azúcar y tus músculos, la clave para quemar grasa

La clave para quemar la grasa es gastar el azúcar de tu cuerpo usando tus músculos

En tu sangre solo hay unos 15 gramos de glucosa en circulación. Una cucharada. Con eso no tienes energía ni para subir unas escaleras. Pero igual que tu teléfono móvil, tu cuerpo funciona con baterías.

En general, la energía se almacena en tu cuerpo como grasa o como azúcar. Las reservas se encuentran repartidas en tu tejido adiposo, tus músculos y tu hígado. El azúcar se almacena en forma de glucógeno, que es como una ristra de moléculas de glucosa. Pero la cantidad de glucógeno almacenada es pequeña: unos 100 gramos en el hígado y entre 300 y 500 gramos en los músculos. Con eso da para correr una hora y media. Por este motivo los corredores de maratón chocan contra “la pared” a mitad de carrera: se les ha acabado el glucógeno.

La grasa se convierte en triglicéridos, que se almacenan donde tú ya sabes: en las caderas y barrigas de todo el mundo. A cambio, la grasa proporciona mucha más energía. Si llevas 15 kilos de grasa encima, tienes disponibles 135.000 kcal, combustible suficiente para correr durante semana y media.

Prácticamente no hay límite para la cantidad de grasa que puedes acumular. La persona más gorda del mundo llegó a pesar 635 kg, con más de media tonelada de grasa en su cuerpo.

¿Quién decide si la comida se almacena en forma de grasa o en forma de azúcar? Aunque hay otros, los principales factores son tu dieta y tu actividad física. En definitiva, decides tú. La misma comida puede tener efectos radicalmente distintos si haces deporte o no. La regla general es esta:

  • Cuando comes después de hacer deporte, alimentas tus músculos
  • Cuando comes sin haber hecho ningún esfuerzo, alimentas tu tejido adiposo

Este proceso se llama partición de nutrientes, y es lo más importante que debemos tener en cuenta a la hora de mejorar nuestro cuerpo. Siempre habrá variaciones según el deporte y la comida, pero si no te mueves, esta regla se cumple.

¿Por qué ocurre así? En el capítulo anterior viste que después de comer se dispara la insulina. Esto bloquea la quema de grasas y activa el almacenamiento.

Sin embargo, justo después de hacer un esfuerzo intenso, como correr sprints, o levantar pesas, tus reservas de glucógeno y tu insulina están bajas. Aquí entra en juego una molécula llamada transportador de glucosa GLUT- 4. Esta proteína es como una llave que abre la membrana de las células para que deje pasar la glucosa. Si eres sedentario, al subir la insulina, la llave GLUT-4 abre la boca de las células de grasa. Pero después de hacer deporte, GLUT-4 se sitúa cerca de las fibras musculares, y estas son las primeras en recibir comida.

CUANDO COMES DESPUÉS DE HACER DEPORTE, ALIMENTAS TUS MÚSCULOS. SI NO HAS HECHO NINGÚN ESFUERZO, ALIMENTAS TU TEJIDO ADIPOSO

¿Y la insulina? Después de entrenar, tener la insulina alta es beneficioso para ti, porque te aseguras de que tus músculos reciben nutrientes y se regeneran.

Cómo conseguir el déficit de azúcar

Hacer deporte intenso también tiene otra consecuencia sorprendente.Una vez has terminado, durante las horas siguientes, tu cuerpo quemará más grasa.

Ya sabes que no hay límite para la grasa que puedes almacenar; sin embargo, sí hay límite para el azúcar.

CON UN EXCESO DE AZÚCAR, Y SIN SITIO PARA ALMACENARLA, TU ORGANISMO QUEMA SOLO AZÚCAR Y NADA DE GRASA

El límite lo impone la cantidad de músculo que tengas. Si tienes poca masa muscular, comes mucha azúcar y te mueves poco, tus reservas de glucógeno seguramente están todo el día llenas. Con un exceso de azúcar, y sin sitio para almacenarla, tu organismo quema azúcar. En cambio, si falta azúcar, se verá obligado a quemar grasa.

Así es, la clave para quemar grasa es crear un déficit de azúcar. Esto se consigue de dos formas:

  • ¡Comiendo menos azúcares!
  • Consumiendo el glucógeno de nuestros músculos con ejercicios intensos

No, no sirve correr a trote cochinero o patalear en una máquina de escaleras durante media hora. Estos ejercicios son de baja intensidad, y no queman suficiente glucógeno para desencadenar un déficit que te haga quemar grasa.

En la Operación Transformer aprenderás a hacer ejercicios intensos de una forma segura y divertida. No solo te ayudarán a cambiar tu cuerpo para mejor, sino que tendrán otros muchos efectos positivos para tu mente y tu salud.

Tu vida empezará a rodar.