Mitos y realidades del agua

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Con las altas temperaturas del verano, estar hidratados es cuestión de supervivencia. No te olvides del agua, pero no creas todo lo que te cuentan.
Nuestro cuerpo es en un 60% agua, y una pérdida de tan solo el 2% ya tiene un impacto en nuestro rendimiento físico y mental. Mantener La hidratación adecuada, además, te ayuda a:

  • Controlar tu apetito
  • Ganar músculo
  • Mejorar tu piel
  • Perder grasa

Sin embargo, por muy importante que sea el agua, hay algunos mitos que despachar, y realidades que confirmar, sobre la hidratación:

Si tienes sed, ya estás deshidratado

Falso: la sed es el mecanismo natural por el que nuestro cerebro detecta que tiene que beber agua, y depende de la concentración de la sangre. Si funcionara con retraso, nuestra especie no habría sobrevivido todos estos millones de años. Si no tienes sed, no bebas. Sin embargo, es bueno adelantarte a la sed, y llevar contigo agua si vas a caminar o hacer un vuelo largo.

Hay que beber ocho vasos de agua al día

Depende: sería más adecuado decir ocho vasos de fluidos, como media. Por supuesto una persona más grande necesita más agua que una más pequeña. También necesitamos mucha más agua si hacemos deporte y sudamos. Aun así esos dos litros es una buena medida del agua necesaria para asegurarse de que estamos sanos.
Sin embargo, no todo tiene que ser agua. Un tomate contiene un 95% de agua, así que medio kilo de tomates equivale a unos dos vasos. Lo mismo ocurre con la sandía, el melón, le lechuga, los pepinos, naranjas y otras frutas.

Hay que tomar bebidas deportivas en lugar de agua

Falso: a no ser que estés corriendo una maratón, el agua es más que suficiente. Para colmo las bebidas deportivas comerciales están cargadas de azúcar. Si quieres hacer el agua más apetecible, simplemente añade una rodaja de limón, lima o pepino. Y si de verdad estás corriendo una maratón, puedes hacer tu propia bebida isotónica añadiendo una pequeña cantidad de azúcar y sal a un litro de agua.

Hay que beber mucho zumo

Falso: el zumo es una mala idea, especialmente si tienes sed. El zumo, aunque sea natural y recién exprimido, contiene una enorme cantidad de azúcar. Y no, el azúcar del zumo no es más sana, sigue siendo azúcar. Es mejor comer fruta entera y beber agua.

La orina oscura es un signo de deshidratación

Verdadero: hacer pis es la mejor forma de controlar nuestra hidratación. El color ideal es un amarillo muy pálido. Si tiene color plátano maduro, ¡bebe agua!

Puedes morir por exceso de agua

Verdadero: pero es rarísimo. Un exceso de agua produce hiponatremia, falta de sodio en la sangre y hace que las células se hinchen por la diferencia de presión osmótica. Pero hay que beber cantidades enormes de agua, hay casos registrados por encima de nueve litros de una sentada.

El café te deshidrata

Falso: este mito tiene su origen en que el café es diurético, lo cual nos pone en riesgo de deshidratación. Sin embargo, la pérdida de agua inducida por el café es compensada de sobra por… el agua con la que está hecha el propio café. Un exceso de cafeína (equivalente a unos 10 cafés al día) puede aumentar el riesgo de deshidratación, pero no te preocupes si bebes dentro de los límites normales.

El agua mineral hidrata mejor que la del grifo

Falso: la calidad del agua del grifo varía de ciudad a ciudad, pero los límites de minerales disueltos suelen son muy estrictos, y sobre todo afectan al sabor. Aunque el agua sepa mal, te está hidratando igual, y no estás contribuyendo a un enorme problema con los restos de botellas de plástico.
 
 
¿Te cuesta trabajo beber agua? Empieza por algo sencillo: dos vasos de agua nada más levantarte. No lo pienses, hazlo todos los días. El siguiente paso es tener a mano la cantidad de agua que necesitas beber. Un buen truco es preparar cuatro o cinco botellas pequeñas y ponerlas frente a ti por la mañana. Cuando llegue la noche debes haber terminado todas.