Qué es el fallo muscular

fallo muscular
Si te has apuntado un gimnasio habrás escuchado a los musculocos hablar de “llegar hasta el fallo” como si fuera el santo grial. Esto es todo lo que necesitas saber.
Ya sabes que si quieres cambiar tu cuerpo, es necesario entrenar con intensidad. Cuando trabajas con tu cuerpo para hacerte más rápido, más fuerte o más resistente, hay una adaptación. Es decir, exiges a tu cuerpo un trabajo que no está acostumbrado a hacer.
Por ejemplo, el día que decides levantar 50 kilos en lugar de 40, duele, sufres, rompes tejidos. Cada vez que algo se rompe en tu cuerpo hay una respuesta inflamatoria, en este caso beneficiosa. A lo largo de las horas siguientes, y si has comido las cosas correctas, el cuerpo se regenera, pero esta vez construye los músculos un poco más grandes que antes.
El fallo muscular es el punto en el que eres incapaz de levantar un peso una vez más sin perder la forma. Aunque grites. Aunque te den mucho dinero en efectivo. El músculo está agotado y no te obedece. Ahí es donde quieres llegar.
El fallo muscular es como el orgasmo. Si no sabes seguro si llegas, es que no has llegado. El fallo muscular garantiza que estás entrenando con la intensidad adecuada, y que has dado a tu cuerpo estímulo suficiente para que mejore. Sigue estos consejos para utilizar el fallo muscular en tu beneficio:

Entrenar siempre hasta el fallo

Hay varias corrientes. Algunos profesionales dicen que hay que llegar al fallo en todas las series, otros que solo en la última serie del ejercicio. Pero si quieres que tus músculos crezcan, tienes que llegar.

Las repeticiones adecuadas

Las repeticiones son importantes. Aunque te puede ayudar para desarrollar fuerza, tus músculos no crecerán si fallas después de la primera repetición. Asegúrate de que puedes hacer 6-8 repeticiones antes del fallo. Si llegas a 10 sin fallar, añade más peso.

Descansa

La recuperación es tan importante como el trabajo. Si has fatigado un músculo hasta el fallo, tienes que dejarlo reposar durante al menos 48 horas y no trabajar con él más de dos veces por semana.

Hay que mantener la forma correcta

Si puedes hacer una repetición más a costa de arquear la espalda, retorcerte o cambiar la postura, no solo no consigues el efecto deseado sino que además puedes lesionarte gravemente. No lo hagas.

Repeticiones forzadas con ayuda

Una forma de asegurar el fallo, sobre todo si trabajas con pesos elevados, es entrenar con alguien que te ayude en las últimas repeticiones, es decir, un “spotter”. Las últimas repeticiones pueden ser forzadas, es decir, alguien te ayuda muy levemente a que levantes el peso esa última vez, y además te aseguras de que no te caerá en la cabeza.

Reduce el descanso entre series

Si reduces el tiempo de descanso entre series a 45-60 segundos, el músculo no tendrá tanto tiempo para recuperarse y te asegurarás de que llegas al fallo muscular en la siguiente serie. Si descansas demasiado tiempo entre series hablando o mirando el móvil, te costará llegar.
Llegar al fallo muscular duele, pero es dolor del bueno, una especie de quemazón mientras tu cuerpo envía sangre a tus músculos para comenzar a reparar los tejidos. Aprende a reconocerlo y a sentir la satisfacción de que te estás poniendo más fuerte.
Foto: Young woman lifting barbell, de Shutterstock, no reutilizar