Procrastinación: no te comas el sapo

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Si quieres vencer la procrastinación, tienes que aprender a sentirte bien primero.
Ya sabes lo que es la procrastinación: dejar las cosas para mañana. Te da mucha pereza empezar a redactar ese informe, o ponerte las zapatillas para salir a correr, o cocinar una comida saludable. De repente, parece mucho más urgente compartir fotos de gatos en Facebook. O ver ese episodio de Juego de Tronos. O encontrar ese vídeo de accidentes en bicicleta en Youtube.
La procrastinación es una jugarreta de nuestra mente: si algo nos parece desagradable, automáticamente buscamos un sustituto que nos produzca placer instantáneo. Por eso en lugar de hacer la colada estás jugando a Candy Crush. Lo peor es que te sientes culpable por no trabajar.
A corto plazo, las consecuencias son muy negativas: el informe está sin entregar y te ganas una reprimenda, la casa está sucia, tu ropa amontonada, tu cintura creciendo sin parar y tu nevera llena de envoltorios vacíos de chocolatinas. A largo plazo, son aún peores. La gente que procrastina suele ganar menos dinero, tener trabajos que les hacen infelices y no estar a gusto con su físico.
La receta tradicional hasta ahora era la del gurú de la gestión del tiempo Brian Tracy, en su libro Tráguese ese sapo (Eat That Frog). Tracy propone hacer la tarea más difícil y más desagradable al principio del día. Así las demás parecerán sencillas en comparación.
Sin embargo, un nuevo libro, Solving the Procrastination Puzzle, por Timothy Pychyl, propone un enfoque radicalmente diferente: hacer lo más fácil al principio para poder arrancar con algo que nos haga sentirnos bien inmediatamente. La satisfacción personal de haberlo hecho nos dará energía para empezar con la siguiente tarea.
El mecanismo consiste en desmontar la trampa emocional de la procrastinación, que hace que nos sintamos mal con nosotros mismos. Estos son los trucos:

  • Empieza por lo más fácil: completar una tarea sencilla, o dar los primeros pasos de una más complicada, sin esperar terminarla del todo, te ayudarán a sentirse mejor
  • Haz un viaje al futuro inmediato: en lugar de pensar en lo mal que te sientes por no hacer la tarea ahora, o en lo mal que te sentirás mientras la haces, viaja hasta el momento en que la habrás terminado y visualiza lo bien que te sentirás
  • Date un premio: añade a la visualización anterior el premio que te darás al terminar: una copa de vino, una partida de tu juego favorito, o un paseo, por ejemplo.

No sabes lo que me ha costado empezar a escribir esta entrada. Ahora me siento mucho mejor 😉
Foto: toad, de Shutterstock, no reutilizar