Correr descalzos


¿Te duelen las rodillas cuando sales a correr? ¿Y la espalda? Bienvenido al club. Prueba a descalzarte.
Correr es uno de los mejores ejercicios, y los más baratos. Entonces ¿por qué causa tantos problemas? Los corredores sufren lesiones en las rodillas y tobillos, que a su vez pueden ocasionar problemas de espalda.
Chris McDougal, un corredor de maratón que había sufrido una lesión grave, se preguntó lo mismo. Durante un tiempo estuvo estudiando a los tarahumara, un pueblo indígena de la Sierra Madre en México. Esta gente corre, de verdad. Hacen carreras de más de 200 kilómetros. Lo más asombroso es que corren descalzos.
Así que Chris McDougall tiró sus zapatillas. Desde que corre descalzo, no se ha vuelto a lesionar. Incluso tras ultramaratones de 80 kilómetros. En este vídeo de TED con subtítulos lo explica todo:

¿Cómo es posible? Pues como cuenta McDougall en su libro, hemos nacido para correr. Mucho antes de que nuestros antepasados descubrieran las herramientas, practicaban la caza de persistencia. Consiste en perseguir a trote cochinero a un animal hasta matarlo de agotamiento. Los humanos somos buenos en las largas distancias porque podemos disipar calor, un antílope no. Al cabo de unos cuantos (bastantes) kilómetros, el animal se sofoca y muere. No se han encontrado restos arqueológicos de zapatillas con cámara de aire.
Los zapatos solo llevan con nosotros unos pocos miles de años, y las zapatillas de deporte menos de un siglo. Según McDougall, las zapatillas son las culpables de las lesiones. El tener protegidos los pies por cámaras de aire y plantillas acolchadas hace que golpeemos el suelo con el talón con más fuerza, cuando la forma natural es apoyar todo el pie progresivamente.
Descalzo por la playa es una cosa, pero correr descalzo por la ciudad con frío, lluvia y cristales no parece buena idea. Por eso varios fabricantes han inventado zapatos con suelas muy finas, pero resistentes. La de los Vivobarefoot solo tienen tres milímetros. Los Vibram Fivefingers dan un paso más allá (nunca mejor dicho) y tienen los dedos separados para mejorar el apoyo.

¿Funcionan? Si llevas toda la vida corriendo con zapatillas, los principios son duros. Tiendes a golpear con el talón, y te haces daño. Pasados unos días el cuerpo recibe la información correcta de los pies y la forma de correr cambia. A pesar de que no hay acolchado, hay mucho menos impacto. Es como si el cuerpo recordara.
Hay soluciones más baratas, como unas simples zapatillas de lona, aunque pueden hacerte rozaduras. Si tienes acceso a una pista, o una ruta segura en un parque, prueba a correr un día descalzo.  ¿Te animas?
Foto: I should log off
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