VI. Practicarás mucho sexo


La ecuación es simple. Más sexo, más sano, más feliz. No tiene sentido renunciar a la parte más sencilla y satisfactoria de nuestras vidas.
Estamos diseñados para el placer. De todos los primates, el hombre es el que tiene el pene de mayor tamaño en relación con su peso corporal. En la mujer, el clítoris es un órgano cuya única función es proporcionar placer. Todo eso no haría falta si solo se tratara de fabricar bebés. Muchos animales despachan la cuestión en segundos, porque el sexo puede ser peligroso cuando hay depredadores a tu espalda.

En los seres humanos, el sexo va mucho más allá de la reproducción. Nuestros órganos y nuestras respuestas son típicas de los animales que practican el sexo recreativo, como los delfines, o los bonobos, unos primos hipersexuales de los chimpancés. El sexo es la forma en la que evolucionamos para mantener el grupo unido, porque la supervivencia de nuestros ancestros dependía del trabajo en equipo.
En el libro Sex At Dawn de Christopher Ryan, que pronto llegará a España, se analizan los últimos avances en antropología con un resultado sorprendente: los seres humanos son promiscuos por naturaleza. Al trabajo en equipo sumaban el sexo en grupo. Todo era compartido, desde la comida hasta la crianza de los hijos, simplemente porque así era más fácil sobrevivir. El cuento cambió con la llegada de la agricultura, la propiedad privada, la guerra y las religiones. Entonces perdimos el paraíso.
Como prueba de esta naturaleza sexual del ser humano, cada vez más estudios científicos confirman algo que todos sabemos de forma instintiva. El sexo es bueno. Muy bueno.

Menos estrés, mejor humor

El sexo aumenta los niveles de dopamina, el neurotransmisor del placer en el cerebro, igual que ocurre con las drogas, el chocolate y ganar al bingo. Después del orgasmo aumentan los niveles de prolactina, que produce relajación (y sueño, sobre todo en los hombres). Además, ya sabemos lo conveniente que es reducir el estrés, y el sexo es la mejor medicina.

Ahora sí, que me duele la cabeza

Después de un buen revolcón el cerebro segrega endorfinas, opiáceos naturales que disminuyen la sensación de dolor. También se segrega oxitocina, la “hormona del achuchón”, que hace bajar los niveles de cortisol, la hormona del estrés. La oxitocina es uno de los responsables de ese sentimiento que llamamos amor. Varios estudios demuestran que además el sexo disminuye el riesgo y los trastornos de la depresión.

No sirve como ejercicio, pero a quién le importa

Durante el sexo se queman tantas calorías como pasando el aspirador, es decir, no sustituye la sesión de cardio ni los cinco kilómetros de carrera. A cambio con el sexo se segrega la hormona DHEA que dilata las arterias y mejora la circulación, previniendo enfermedades cardíacas.

Más sexo, más testosterona, más sexo

El sexo frecuente hace aumentar los niveles de testosterona, la hormona que necesitas para aumentar tu masa muscular. A la inversa también ocurre. Los suplementos deportivos para aumentar la testosterona, como el extracto de Tribulus Terrestris, tienen como efecto secundario aumentar la libido.

El secreto de la eterna juventud

Los médicos sospechaban que el sexo frecuente podía causar cáncer de próstata. Lo que se encontró fue lo contrario. En un estudio de 2004 se comprobó que en realidad los hombres que eyaculaban 20 veces o más al mes tenían menos riesgo de padecerlo. Se sospecha que también puede prevenir el cáncer de mama. Otros estudios apuntan a que las personas que bailan en horizontal viven más tiempo, tanto hombres como mujeres, aunque puede haber otros factores, como bajos niveles de estrés o estado general de salud, que están relacionados.

¿Hay sexo después del matrimonio y los hijos?

Se han detectado algunos casos. Bromas aparte, el sexo es una actividad sinérgica. Cuanto más tienes, más quieres. Pero también funciona al revés, cuanto menos se practica, menos apetece. Eso quiere decir que en situaciones de estrés, como la de tener una familia, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, como bien explica el blog Me crecen los enanos. Evitar la rutina y planear aventuras es el secreto.

Más fértiles

El declive de la fertilidad en el mundo civilizado está relacionado con la reducción en la calidad del esperma. Se han buscado muchas causas, desde la dieta hasta la radiación, pero un reciente estudio demostró que eyacular todos los días mejoraba la calidad del ADN de los espermatozoides, y por tanto, aumentaba la fertilidad.

Al alcance de la mano

Como decía Woody Allen, el sexo es como jugar al bridge. Si no tienes un buen compañero, más vale que tengas una buena mano. El sexo en solitario, lejos de ser un problema, tiene tantas ventajas fisiológicas como el compartido. Mejora el sistema inmunitario, previene infecciones por hongos en las mujeres y protege la próstata en los hombres. Además es imprescindible para aprender sobre nuestra propia respuesta sexual antes de compartirla con otras personas.

Con pilas

Si el problema es la pereza o el cansacio, la tecnología viene al rescate. Desde la famosa Hitachi Magic Wand (sale en la serie Sexo en Nueva York) hasta el sofisticado RealTouch que inventó un ingeniero de la NASA, el placer empieza con un clic.
Foto: Gerard :-[
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