Cuatro trucos para correr sin dolor de rodilla

rodilla correr

Si has empezado a correr, sabes de qué estoy hablando. Así puedes cuidar tus rodillas.
La mayor queja de los corredores primerizos son las rodillas. Una fatal combinación de músculos débiles, sobrepeso y mala técnica hace que esta articulación sufra más de lo debido, y empiece el dolor.
El problema empieza en los pies. Si no hay un apoyo correcto, el impacto de los pies contra el suelo 180 veces por minuto hace rozar la rótula contra el fémur, desgastando el cartílago, tensando los tendones y los músculos, y provocando una postura aún peor.
Si has empezado a correr, mejorar tu zancada es mucho más importante que gastar un dineral en zapatillas. Aplica estas correcciones básicas a tu paso y protege tus rodillas:

No golpees con el talón

Cuando estiras demasiado la zancada, tus pies se apoyan delante de tu centro de gravedad y aterrizan con fuerza en el talón. Este impacto se traslada directamente a las rodillas, que no están pensadas como amortiguadores. Además, al clavar el talón en el suelo estás frenando tu movimiento hacia delante, gastando más energía. La forma de evitarlo es adelantar el cuerpo y dejar que el pie aterrice por detrás de tu centro de gravedad.

No levantes las rodillas

Muchas revistas de corredores te aconsejan levantar las rodillas para aumentar la zancada. No lo hagas, así solo conseguirás echar los pies por delante del cuerpo y golpear con el talón de nuevo. Deja que tus talones se levanten detrás de ti al final de la zancada.

No dejes las piernas rígidas

Mantén las rodillas ligeramente flexionadas al apoyar los pies en el suelo. Si la pierna entra en contacto con el suelo totalmente estirada aumenta muchísimo el impacto en el talón y la rodilla.

No corras con los pies torcidos

Tus pies tienen que estar alineados con la dirección del movimiento. Si los pies se apoyan en ángulo respecto a tu trayectoria, equivale a que alguien retuerza tus ligamentos de la rodilla tres veces por segundo y te aseguras una tendonitis en la cara interna de la articulación.
Si te atreves, piensa en unas zapatillas sin amortiguación que imitan correr descalzo. Te obligan a aprender a correr sin impacto.
Foto: running knee pain, de Shutterstock, no reutilizar