Las dietas no funcionan

Olvídate de perder peso, lo que necesitas cambiar es la composición de tu cuerpo.

¿Piensas que perder peso es la clave? Muchos hombres creen que con perder unos kilos estarán perfectamente, solo tienen que quitarse esa barriga. Muchas mujeres piensan que les basta perder unos kilos para “afinar”, “tonificar” y “reafirmar” sus muslos y trasero.

NO ERES UN MUÑECO DE PELUCHE

no eres un muñeco de peluche

Todos miran la báscula con terror. Ellas y ellos se preguntan lo mismo: ¿cómo puedo perder peso? La respuesta habitual es que si quieres adelgazar, debes comer menos calorías que las que gastas. Este modelo (calories in – calories out) nos enseña que nuestro cuerpo es como un muñeco de peluche que consume el relleno a lo largo del día. Naturalmente, cuando te quedas sin relleno te entra hambre y comes. Pero ¡ay! como eres un glotón que no se sabe controlar, comes más cantidad de la debida, y engordas.

Entonces te sientes culpable y te pones a dieta. Te contaré un secreto: todas las dietas te hacen perder peso, pero casi todas las dietas fracasan porque no son sostenibles. Al final vuelves a comer como antes y recuperas el peso con creces. Es el temido efecto yoyó.

Cuando bajas drásticamente la cantidad de comida, tu cuerpo entra en un estado de alarma y se come a sí mismo.

Observa bien lo que ha ocurrido. La mayoría de las dietas se basan en la restricción de calorías. Pero cuando bajas drásticamente la cantidad de comida, tu cuerpo entra en un estado de alarma y se come a sí mismo.

Pierdes algo de grasa, pero también pierdes masa muscular.

Después de sufrir varias semanas con la dieta, te ves mejor. Has perdido peso. Entonces vuelves a tus hábitos de siempre: pasta, pizza, dulces. El peso vuelve rápidamente, pero esta vez lo que recuperas es solo grasa.
La masa muscular la perdiste por el camino y no vuelve.

Las consecuencias no son buenas. Cuando pierdes músculo baja tu metabolismo, es decir, tu cuerpo necesita menos energía para vivir.

Si después de la dieta vuelves a comer las mismas cantidades que antes, estás en realidad comiendo más de lo que necesitas, y el exceso se convierte en grasa. Al perder músculo hay partes de tu cuerpo que están más delgadas, pero a cambio notas más flacidez que antes. Te has convertido en una persona delgada-gorda.

Cambiar tu cuerpo no significa perder peso. Lo que necesitas es cambiar la composición de tu cuerpo: perder grasa y ganar masa muscular. La buena noticia es que perder grasa es mucho más fácil de lo que piensas. Sigue leyendo para entender cuándo y cómo conseguir que tu cuerpo queme grasa.