EPOC: pierde grasa sentado en el sillón

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Sí, es posible estar sentado en el sillón y quemar grasa. Averigua cómo.
Sería estupendo estar tirado en el sofá sabiendo que tu cuerpo, en ese momento, está quemando tus michelines. Esto es lo que prometen (y no cumplen) muchos aparatos de teletienda. ¿Es posible? Sí, pero tiene un truco: hay que hacer ejercicio antes.
Tu cuerpo consume energía constantemente, sobre todo para mantener tu cerebro en marcha (consume el 20% de tu energía), mantenerte caliente y otros procesos como la digestión o la regeneración celular. Es lo que se denomina el metabolismo basal: lo que tu cuerpo gasta en parado.
Esta energía sale, claro está de la comida, especialmente de los hidratos de carbono, que son los más fáciles de utilizar. Sin embargo, cuando tu cuerpo gasta mucha energía en muy poco tiempo, no puede quemar hidratos de carbono porque no hay suficiente oxígeno disponible. Por eso jadeas después de correr un sprint. Esto se llama exceso de consumo de oxígeno post ejercicio o ECOPE, en inglés, EPOC.
Si no hay suficiente oxígeno, tu cuerpo quema grasa. Lo bueno del EPOC es que dependiendo del ejercicio que hagas, se puede prolongar después de terminar, con lo que tu cuerpo tendrá una “deuda de oxígeno” y quemará más grasa, aunque estés sentado en el sillón.
Este efecto es aún más que la deuda de oxígeno, y se denomina en general afterburn: después de un ejercicio intenso tu cuerpo aumenta su metabolismo durante un tiempo, consume más energía y quema más grasa. Así funciona el EPOC:

  • Las pesas e intervalos aumentan el EPOC mucho más que el cardio “trote cochinero”. Tabata es un gran ejemplo.
  • Los hombres experimentan el efecto más que las mujeres, y es más potente cuanto más en forma estés.
  • Si comes menos hidratos, tienes menos reservas de glucógeno y aumenta el EPOC
  • Cuanto más intenso y más largo el ejercicio, más EPOC

En un estudio de 2002 del European Journal of Applier Physiology se observó que el metabolismo aumentaba alrededor del 20% durante las 48 horas después del ejercicio. Eso son casi 800 Calorías extra para un hombre medio.
¿Cómo asegurarte de que tu cuerpo entra en EPOC? Estas son las señales:

  • Jadeas: si te quedas sin aliento haciendo ejercicio, quiere decir que estás creando un déficit de oxígeno. Es lo que buscas.
  • Te queman los músculos: la sensación de quemazón la produce el ácido láctico, que a si vez estimula la hormona del crecimiento. No hace falta que los pesos sean muy grandes, pero sí que notes que te arden los músculos al final.
  • Levantas bastante peso o haces esfuerzos grandes: No entrarás en EPOC si no te duele terminar el ejercicio
  • Sudas: el calor es un indicador de que estás entrando en EPOC, tu cuerpo te avisa sudando porque necesita refrigerarse.

Sudas durante una hora, quemas grasa durante dos días. Parece un buen negocio, ¿verdad?
Foto: lazy room mate de shutterstock, no reutilizar